Este extracto del libro “La infelicidad como síntoma y el camino a la sanación” de KennyDiazH es un caso de la vida real que expone en sus líneas la aplicación de la técnica de la Biografía para determinar la vocación personal y por ende la motivación en la vida.
Esta técnica implica anotar tu historia, anotarla con todas tus insatisfacciones pero también con aquellas cosas que te gustan, que te agradan… Luego en frío podrás analizar el contenido de la misma tal como lo realizo en el libro y en el taller en Busca del Sentido, motivación y autorrealización para determinar hacia dónde te ha estado dirigiendo tu historia… es tu propia historia la que contiene toda la información que necesitas para encontrar tu Misión de vida. Incluso aquello que no te gusta, te ha dejado un aprendizaje que te hace único! Está en ti utilizar ese conocimiento de manera positiva y constructiva!
Paso a darte el ejemplo…
Ejemplo de la Joven Dermatólogo
“Mencionaré aquí un ejemplo: una joven dermatólogo incómoda con su actividad profesional había experimentado con fracaso muchas experiencias laborales desde la dermatología hasta la publicidad de material POP. Ante mi pregunta ¿qué te gusta hacer? Ella titubeo, le gustaban muchas cosas, pero nada lo suficiente como para permitirse tal actividad como un empleo “que me llene” según sus propias palabras… era difícil imaginar como una joven elocuente, comunicativa, muy espiritual, graciosa y con una gran capacidad para animar a aquellos que la rodeaban, se sintiera tan infeliz…
Indagamos, de presente a pasado su vida.
En medio de tanta frustración se sentía cómoda en compañía de sus amigas quienes la frecuentaban para mostrarle sus últimas adquisiciones en ropa y zapatos e incluso la buscaban para que la acompañaran a la hora de ir de compras. Tenía una gran facilidad y un sentido crítico, casi mágico para saber cómo disimular ciertas imperfecciones de sus amigas con un simple accesorio, un pañuelo, un traje a rayas o unicolor… En esta especie de biografía conversada, también recordó querer ser diseñadora en su infancia y abandonó este sueño al enfrentarse a una máquina de coser y ver como su buen gusto se transformaba en una tela destruida por su poca habilidad “con las manos” como se lo dijeron muchas veces sus profesoras de costura en aquella época.
Después de esto asumió, según sus palabras, “una visión de la vida más realista”. Aprendió maquillaje cosa que también abandonó por las constantes presiones del “mundo de la universidad”.
Posteriormente, comenzó a ejercer su carrera, para descubrir que esta actividad se le hacía monótona y no llenaba sus expectativas personales.
Sus amigas eran su escape, asistía con ellas a múltiples fiestas y reuniones mientras competían por ver quién era la más bonita.
Confidente perfecta era capaz de escuchar las experiencias de muchas de ellas que padecían extrañamente algún complejo, bien sea por gordura, por la forma de sus brazos, o cualquier otra cosa.
Allí la detuve en su relato …
– Por qué las escogías? –la interrumpí.
– A quienes? A quienes te refieres? –preguntó casi reclamando la interrupción de aquel relato.
– A tus amigas –afirmé. Explicándole que nada es casual y que me llamaba mucho la atención su atracción por amigas con complejos físicos…
Muchas veces somos nosotros los que atraemos a cierta clase de personas a nuestra vida, somos nosotros los que inconscientemente los elegimos, pues debemos aprender de ellos alguna lección. Nos nutren de alguna manera (a pesar de que ocasionalmente esas relaciones no son del todo agradables)…
Qué era lo que alegraba el rostro de esta joven en la medida que contaba su relato?… Le alegraba descubrir que tales defectos eran algo manejable por ella, le hacía feliz descubrirse amada por tal virtud, se sentía útil honestamente hablando, al poder expresarles palabras que reforzaran su autoestima y conseguirles algún accesorio barato además, para eliminar visualmente la causa de la infelicidad de sus amigas…
No se daba cuenta que su relato escondía ya la respuesta a la pregunta formulada. Sus experiencias de insatisfacción solo estaban diciéndole “¡Oye, estas malinterpretando el mensaje!”… Era simple, su camino debía dirigirse a aquello que la hacía feliz y eso ya lo habíamos descubierto!…
Nuestra joven sabía de maquillaje, de dermatología, de ropa, levantaba la autoestima y era capaz de cambiar la imagen de otra persona haciéndola sentir bella!… Era una asesora de imagen innata. ¡Y no lo había descubierto!, tenía todo el conocimiento necesario para ello y la experiencia dada por todos los años de su vida: desde su infancia, cuyo placer más grande era vestir muñecas.
Su destino no era entonces fabricar la ropa de tales personas, su destino era vestirlas que es muy diferente. Su destino no era hacer tratamiento dermatológico pero sí tener ese conocimiento como un complemento en esta actividad.
No lo pensó dos veces! Era como haberse reencontrado en el tiempo en medio de una tarea realizada muchas veces pero con otra actitud, solía ver su pasado como una fuente de frustraciones y no como una fuente de información. Esa era la diferencia. Nuestra amiga, convirtió su consultorio en un centro para asesoría de imagen y actualmente es una mujer próspera y sobre todo feliz!…”
Tú también puedes llegar a ser próspero y feliz con aquello que haces si realizas la indagación de tu verdadera vocación de la manera adecuada. Esto no depende de lo que te diga un astrólogo, ni un orientador sino de aquello que te dice la persona más sabia, aquél que sabe más que nadie sobre ti mismo: TU.
Un gran saludo
Kenny
