El Oro como ya te he mencionado potencia el poder de protección del Diamante, te ayuda a equilibrar las energías y otorga prosperidad, el Diamante por su parte devuelve las malas vibraciones, te limpia de ellas aunque lo utilices sólo por unas horas al día o en las noches. Te llena de brillo personal y te acerca a esos procesos de autorrealización